El lúpulo es una planta trepadora cultivada en campos construidos con andamios de madera y alambre, que se cosecha a mediados de septiembre.
El lúpulo ya se cultivaba en Mesopotamia y durante su existencia ha sido utilizado como lenitivo, conservante, medicamento y como componente de productos de belleza (el lúpulo pertenece a la familia de los Cannabis).
Como ya se indicó en la Historia de la Cerveza, el uso del lúpulo se introdujo para la elaboración de la cerveza por los monasterios, que habían constatado que la lupulina, que es el polvo amarillo que contienen las frutas cónicas del lúpulo, da un amargor típico a la cerveza, la hace más ligera de digerir y además sirve como conservante natural.
Fueron los inmigrantes flamencos los que introdujeron la cultura del lúpulo en Inglaterra, el país cervecero que más variedades de lúpulo utiliza actualmente (los cerveceros británicos añaden varias veces lúpulo -de varios tipos- durante diferentes fases de la elaboración de la cerveza).
Igual que con la malta, existen muchas variedades de lúpulo, dependiendo de su zona de cultivo: la variedad de Bohemia, conocida como muy fina, se utiliza para las mejores cervezas Pilsen, y la variedad Hallertau-Mittelfrüh de Baviera, para las cervezas Munich. Estas dos versiones aportan especialmente el elemento aroma, mientras que el Northern Brewer aporta más amargor.
Alemania produce el 30% de la producción mundial y, aunque Bélgica no produce más que el 1 %, su fama es mundialmente reconocida.
La construcción de los campos de lúpulo es muy costosa, por lo que el cultivo de esta planta se ha visto amenazado hasta tal punto, que hoy en día sólo hay unas zonas muy limitadas en las que se cultiva el lúpulo.
En Bélgica la zona de cultivo es la zona de Poperinge, donde se han hecho las fotos adjuntas. En esta ciudad se encuentran el Museo del Lúpulo y la Cerveceria Van Eecke, situada en Watou, pueblo que pertenece al municipio de Poperinge, y donde se elabora una cerveza que se llama “Poperings Hommelbier” (“Cerveza de Lúpulo de Poperinge”). En Poperinge se celebra cada tres años, durante el tercer fin de semana de septiembre, La Fiesta del Lúpulo.
Antes se solían añadir las frutas secas del lúpulo al mosto durante la fase de cocción, pero actualmente se van prensando las frutas, obteniendo una tabletas o granos secos, facilitando así su transporte y conservación. También existe el extracto de lúpulo en forma líquida (jarabe).
Aunque los verdaderos bebedores de cerveza prefieren unas cervezas bien lupulizadas y amargas, los comerciales les han convencido de que el gran público prefiere cervezas más suaves y por eso muchas fábricas, especialmente los grandes grupos industriales, han implantado la tendencia de fabricar cervezas suaves y dulzonas, empujando al consumidor a beber una cerveza parecida a un refresco o agua mineral.