La Chimay Triple, anteriormente llamada Chimay Blanca, servida sin el poso de la segunda fermentación, se presenta con una transparancia rubia dorada, con un especial equilibrio entre el sabor seco y amargo, debido al gusto de los lúpulos generosamente utilizados (cuatro veces más que en las otras dos cervezas) y los toques afrutados, que recuerdan a uvas moscatel y pasa. Se recomienda tomar el poso – restos de la levadura – al final, aprovechando así todo el contenido vitamínico de esta gran cerveza.
La Chimay Triple abre el apetito y acompaña bien a la ternera asada, quesos semicurados, maduros y fuertes, como el típico queso Chimay a la bière.